sábado, 1 de noviembre de 2008

De mis Festividades Favoritas: Halloween

Adoro Halloween, es una de mis fiestas favoritas y cada año compro una calabaza que corto y moldeo con dedicación hasta darle una sonrisa pícara y unos ojos de diablillo, y la coloco en la puerta de mi casa para recordarle a todos los que entran que la noche está llena de misterios y de magia.
Halloween se corresponde con la ancestral fiesta pagana de la víspera de Samhain ("Sowin"), que el catolicismo, cómo no, se encargó de sustituir por el Día de Todos los Santos; la víspera es lo que hoy conocemos como Halloween (All Hallow´s Eve).
El simbolismo pagano se ha camuflado, modificado y mutilado pero sobrevive en la base de esta festividad y subyace el espíritu celta de la natural evolución vital, que llega a su fin en esta fecha. Si Halloween se relaciona con difuntos y mortalidad, Samhain es el indicador de que comienza un nuevo año, un nuevo ciclo, una nueva oportunidad para redimirse, para dejar atrás todo lo viejo y lo gastado y renacer de nuestras míseras cenizas.
La noche nos brinda, pues, la oportunidad de despojarnos de todo lo negativo que hay en nosotros, de desnudar nuestra alma para poder avanzar, para poder averiguar el sentido de nuestra vida, el camino a seguir que nos llevará al destino que anhelamos.
Se dice que en Halloween encendemos una vela dentro de la calabaza para que los difuntos encuentren el camino a casa, como una pequeña luz que guía en procesión sus almas, pero puede que en realidad esa luz represente también un faro para los vivos, una atalaya donde dirigirnos y que nos hace comprender que todo tiene un principio y un final, que nuestro tiempo es limitado y que la vida se nos escurre de nuestras manos a cada segundo que transcurre, con la inexorable sentencia sobre nosotros de que, en cualquier instante, pueden apagar nuestra vela.

1 comentario:

javi dijo...

no sabia que cortabas calabazas y les hacias sonrisas pa hallowen jeje esta mu bien eso como ves he leido tu ultimo posteo jeje besitos