
Y deseas con toda tu alma ser otra persona, ese OTRO que tu mente ha ido gestando, esa proyección realizada con las más altas cualidades que hemos ido construyendo para conseguir, quizá, una fugaz mirada suya.
Y mejoramos, y nos convertimos en otra persona, una persona distinta, más capaz, más atractiva, con más recursos, con más iniciativa, con más paciencia. Pero a la vez más voluble, más cínica y asustada, sumergida en la marea de personalidades en la que te has convertido, nadando entre fragmentos de realidad que se superponen y se funden, perdida entre los pliegues de tu nuevo yo.Dormida, fragmentada, inconexa. Exhiliada al mundo de las sombras y la soledad. Estar sin estar, dormir sin despertar. Suplantada. Por una versión mejorada de ti misma, por una identidad que no es la tuya, por una...extraña?
4 comentarios:
Creo que todos hemos cometido el mismo error cuando hemos conocido a alguien "tremendamente escepcional"... no ser nosotros mismos, querer aparentar para "gustar más"... es difícil darse cuenta, pero lo que más gusta a otra persona siempre es que uno sea "uno mismo"...
No hay nada más atractivo que nuestra propia personalidad y estar seguros de ella.
Besos.
Completamente de acuerdo, Silvia. ;)Para mi hay pocas cosas tan importantes como mantenerme fiel a mi misma, porque las personas que valen la pena, las que te quieren de verdad te quieren precisamente por como eres.
Sorpresa, hoy te dejo comentario yo tb, aunque no me reconozcas, o quiza si :)
Genial, como siempre :) :*
Hola,
estoy con Silvia. Y luego surjen los típicos errores de aparentar algo que no eres... O sea,un fracaso absoluto. Lo importante es amarse tal cual eres y quien lo acepte bien, y si no, también.
Besos Claudia!
Publicar un comentario